10/03/2024

Es argentina y la ONU la distinguió por una creación con alto impacto social

Agrojusto México

María Fernanda Bonesso enseñando la aplicación que creó a su padre, Miguel Ángel

Era una tarde de noviembre cuando, mientras la mendocina María Fernanda Bonesso estaba terminando la tesis de un posgrado en Buenos Aires, en Maipú sus padres Miguel Ángel y Mónica batallaban para vender los damascos de su finca, porque le habían “parado la cosecha” ya que el precio que le pagaban por kilo no alcanzaba ni siquiera para abonar el trabajo a los cosecheros. Un llamado desesperado de su madre desde Mendoza fue el disparador para que la joven pensara que había que hacer algo por los pequeños productores de las economías regionales.

Miguel Ángel Bonesso produce damascos en una finca de Maipú, en la provincia de Mendoza
Miguel Ángel Bonesso produce damascos en una finca de Maipú, en la provincia de Mendoza

“Recuerdo de muy chica que todos los noviembre era tensión en casa porque había que colocar los damascos y eso siempre se tornaba muy difícil hacerlo de manera ágil. Mis padres tenían un nudo de angustia en la panza cuando llegaba el momento de vender esa fruta temprana. Lo mismo ocurría con otros productos que tuvimos en otros tiempos como el tomate y la aceituna”, cuenta a LA NACION.

Así fue que entendió que el sistema de comercialización debía cambiar porque no había relación entre el precio que vendía el productor y lo que pagaban los consumidores en los mercados. Si no se hacía algo pronto, a la corta o la larga, por los altos costos, los agricultores medianos y pequeños no iban a resistir e iban a terminar desapareciendo.

Desde chica, María Fernanda Bonesso acompañaba a su padre a la finca
Desde chica, María Fernanda Bonesso acompañaba a su padre a la finca

De adolescente, cuando acompañaba a su padre a la finca, siempre se preguntaba por qué no se valoraba la producción de frutas y verduras, que eran en definitiva alimentos para el mundo. Sin embargo, inconsciente o no, ni bien terminó su secundaria tomó un rumbo lejano de ese lugar para estudiar Economía y luego algunos posgrados en España y Buenos Aires.

“Si bien era algo que me gustaba mucho y había disfrutado tanto de chica, había algo que me expulsaba de aquí. Por ahí haber visto el sufrimiento y la angustia de mis padres durante tanto tiempo, me alejó”, dice.

Sabía que la solución estaba del lado de la tecnología. Había un problema de logística importante que se debía subsanar. “Ese era mi puente para modificar esa realidad. Había que conectar estos mercados”, destaca.

A fin de 2018 reclutó talentos tecnológicos para armar durante un año la app para el agro. Así surgió Agrojusto, una plataforma se dedica a digitalizar emprendimientos de agroalimentos. Actualmente, la pequeña empresa tiene 12 profesionales trabajando y en el portal existen más de 100 productores de alimentos de todo el país: Misiones, Jujuy, Río Negro, Mendoza, entre otras provincias. Asimismo realizan capacitaciones digitales a los agricultores para que sepan manejarse dentro de la web.

Del otro lado del mostrador, están más de 340 comercios minoristas, quienes interactúan y compran desde la misma plataforma en línea en todo el país. Además, las entregas a domicilio se realizan de manera muy sencilla, generando una hoja de ruta.

Programas y distinciones

Otros de sus logros fue armar alianzas con organizaciones como el INTA para preparar y capacitar a los productores para que tengan un manejo fácil de la herramienta. “Tenemos programas en escuelas rurales, donde el INTA nos abrió las redes de contacto. Es muy importante para nosotros plantar la semilla en los chicos, que son hijos de los productores que muchas veces están reacios a aprender a usar este tipo de tecnología”, detalla.

Para Bonesso, ellos son los agentes de cambio para frenar el éxodo del campo a la ciudad y fortalecer su permanencia en la ruralidad, incorporando tecnologías. “Son los jóvenes quienes deben contarle a sus padres que existe otra manera de vender sus productos y no solo es quedarse más de 10 horas parados en el puesto del mercado”, dice.

Agrojusto fue distinguida entre 2000 aplicaciones de todo el mundo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una de las 50 mejores pequeñas empresas del concurso “Best Small Business: Good Food for All”
Agrojusto fue distinguida entre 2000 aplicaciones de todo el mundo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una de las 50 mejores pequeñas empresas del concurso “Best Small Business: Good Food for All”

Asimismo, en 2021, su pyme fue distinguida entre 2000 aplicaciones de todo el mundo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una de las 50 mejores pequeñas empresas del concurso “Best Small Business: Good Food for All”, que se celebró en conjunto con la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la organización. “Fue un gran orgullo para nosotros recibir esta distinción que nos impulsa a seguir creciendo”, finalizó.

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